domingo, 10 de mayo de 2009
Remington: Un regalo especial
Hoy recibí un regalo muy especial... Una Remington.
Esta máquina de escribir perteneció a mi Abuelo Leopoldo y probablemente se compro alrededor de 1940.
Con sus ya casi 70 años, la máquina es una belleza! no solo por ser una antigüedad sino por lo que representa y por las manos que han podido tocar sus teclas.
Hace días cuando mi tía que la guardaba pregunto si alguien quería la máquina de mi abuelito, por supuesto que yo brinque en la silla y conteste: YOOO!
Me encanta mezclar lo nuevo con lo antiguo, sentir la mas alta tecnología y leer un libro digital con MS reader pero también disfruto muchísimo pasar las hojas amarillentas de un libro que tiene mas de 50 años impreso y sentir que tengo que tocarlas con gran delicadeza para no ultrajar, para no dañarlas, para captar su sentir, para percibir su historia, para disfrutar su aroma.
Ver esta Remington en lo alto de mi oficina en casa, observándonos a mi laptop, multifuncional, modem y demás aditamento de interconexión, casi casi la escucho decir:
-¿Por que tan complicado? ¿Para que son tantos botoncitos y cables, pantallas, luces? Y al final tan solo veo una hoja con palabras. Yo no tengo nada de eso y trabaje y trabaje muchos años y te daba una hoja con palabras.-
Una hoja con palabras... es el poder de las palabras, la magia de pensar, de crear, es poner en palabras esas imágenes y darles vida en el papel, es el don de la escritura . Esa magia es lo mismo en mi Remington de 1940 y mi laptop de 2009.
Lo que Remington no sabe es que este montón de cables puede permitirme viajar a todo el mundo con presionar un botón, puede permitirme entrar a la biblioteca mas remota en un país en África o Lejano Oriente, me deja visitar los lugares y paisajes de toda la tierra o de ver el espacio y las fotos mas lejanas de una galaxia, esta tecnología en una puerta al mundo sin limite y todo lo que se ha escrito en él.
Pero en lo que si tiene razón es que la magia de la palabra escrita permanece y es el romance que se dan entre el lector y la pagina que lee, no importa si es papel oliendo aun a tinta fresca o si es papel virtual con letras relampagueando en la pantalla, el romance se da entre las palabras y su lector.
He aquí la magia de escribir.
No es coincidencia que este regalo tan especial llegue en un momento en mi vida en que estoy aprendiendo a a escribir, y aprendiendo a comunicarme con mi lector.
La Remington viene a recordarme la esencia de este oficio; el lograr el romance con la palabra escrita. Si algún día puedo lograr que mi lector se enamore de la página que lee, que se haga su amigo, su aficionado, si puede llegar a sentir la conversación de su autor con su lector, entonces podré decir que aprendí a escribir.
Sigamos intentándolo!
Mi vieja máquina de escribir: I love you
Recordar... lo que era escribir en una "máquina de escribir."
Enlaces:
Máquina de escribir -Wikipedia
Typewriter- Wikipedia (English)
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