martes, 15 de febrero de 2011

El otro México del cual estoy orgullosa.

foto: México desconocido


El otro México del cual estamos orgullosos, Grata sorpresa me llevé este fin de semana al leer el artículo de Alberto Peláez, periodista español que a través de sus cálidas palabras muestra su cariño por México.
Si alguien que no es mexicano de nacimiento pero si se siente de corazón puede hablar así, nosotros mexicanos de nacimiento y de corazón hagamos grande nuestro México, promocionemosle, sintámonos orgullosos de esta tierra querida. Gracias Alberto.
Fuente: Milenio,

El otro México,El visor internacional- Alberto Peláez

2011-02-13•Fronteras

No se puede negar la evidencia. Los problemas con el narcotráfico se han convertido en la pesadilla de las autoridades mexicanas. Es cierto que el país lleva un deterioro como hacía mucho no se conocía. Pero una cosa es eso, y otra muy distinta es lo que estamos proyectando desde México en el exterior.

Los que me conocen saben de mi amor por México. No tengo pasaporte pero como si lo tuviera. Por las venas de mis hijos corre sangre mexicana. Desde muy niño mi padre me enseñó a amar a ese país y adquirí un compromiso supremo que fue compartir mi vida con mi mujer, la madre de mis hijos y la mejor compañera de viaje que jamás imaginé tener. Mónica, mi mujer, es de Tequila. ¿Qué más relación puedo tener con México, además de que tengo una hermana que vive allí, con mi cuñado Eduardo y mi ahijado Lalito?

Soy un tipo privilegiado porque he tenido la suerte de conocer, visitar y empaparme de México desde que era niño. Conozco casi todos los estados y reconozco sus entrañas como si fueran mías. Mi mujer tuvo el acierto de llevarme a conocer casi toda la República, pero incluso antes, mucho antes, ya había visitado muchos de los estados.

Todo esto lo cuento, porque me produce una gran tristeza el hecho de que sólo lleguen a Europa noticias duras sobre México. Todos hablamos de los muertos y los sicarios y las venganzas y los asaltos y los robos y las detenciones. Todavía no he escuchado sin embargo, que crecemos al 6%, que somos la décima potencia del mundo en turismo y que se han creados setecientos mil puestos de trabajo —ya los quisiéramos en España—. No, esas noticias no llegan. Tampoco he escuchado que el turista tiene todas las garantías para llegar a México y sobre todo, que no existe nada contra ellos. Lamentablemente por el cúmulo de información de malas noticias, muchos se pierden de conocer un país extraordinario.

He caminado decenas de veces por el Puerto de Veracruz y he tomado muchos cafés en La Parroquia. He visitado unas cuantas veces el Cañón del Sumidero y he callejeado por Tuxtla y San Cristóbal. Conozco cada parte de las murallas de Campeche y las playas de Cancún y de Vallarta y de Ixtapa y de Mazatlán y de Guaymas y otras playas. He estado en la Feria de San Marcos, Aguascalientes, y también en la Plaza de Toros de Tlaxcala. Jamás me he sentido, ni yo ni mi familia, amedrentado ni atosigado por nadie y son muchos años repitiendo una y otra vez el mismo país porque quiero que mis hijos lo amen, como lo aman sus padres.

Me encanta tomar café en La Parroquia como escribía antes y ver cómo baila la gente en las plazas de Veracruz. Tiene un punto sensual, mágico, caliente. No le veo peligro por ningún lado. Además me alegro que ahora haya gente joven en los gobiernos de los estados, como Javier Duarte. Tiene mucho que decir pero también mucho que hacer para que ayude a que, en España se cambie la percepción de México, de cara al turista.

Creo que nos lo merecemos los mexicanos, creo que nos lo merecemos los españoles.

Links:
El otro México | Ediciones Impresas Milenio

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