jueves, 10 de noviembre de 2011

Bouveresse: Lo triste es no haber sido capaz de amar a más personas"

 Estas entrevistas del periódico La Vanguardia, siguen siendo una delicia, y de una riqueza mayor. Vale la pena leerlas, y seguirles la pista.

Fuente: La Vanguardia- "Lo triste es no haber sido capaz de amar a más personas"

Jacques Bouveresse, filósofo que denuncia el dominio absoluto de la comunicación

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

08/11/2011 - 00:32
Foto: Ana Jiménez

Nací en 1940 en Épenoy, Francia. Soy profesor de filosofía en el Collège de France. Casado, por desgracia sin hijos. Un político que no tenga como prioridad la justicia social no es digno de ese cargo. Fui un católico ferviente, a los 20 años perdí la fe, pero no la espiritualidad.

Una vida digna
Les ofrezco dos folios y medio de una conversación de diez que no tiene desperdicio. Bouveresse es un hombre lúcido y humilde que acaba de presentar Sátira y profecía, las voces de Karl Kraus (Ediciones del Subsuelo). A principios del siglo XX, y en pleno auge de la cultura vienesa, Kraus dirigió despiadadas sátiras a los periódicos. Para Bouveresse esas críticas están de plena actualidad. En consecuencia, el filósofo sólo concedió una única entrevista. Entré en la conversación aterrorizada y salí reforzada y consciente de que debemos repensar constantemente nuestra postura ante las cosas y de que existen aspectos de la realidad sobre los que todavía se puede y se debe actuar.


Entiendo y apruebo los movimientos de rebelión que está produciendo esta crisis.
Toda una declaración de principios.
Kraus ya denunció a principio del siglo XX el fenómeno de la dictadura del mundo financiero. Me gustaría que las nuevas generaciones supieran que para realizarse en la vida no sólo cuenta el dinero. La vida es un esfuerzo digno de mejor causa.
¿Cree que no lo perciben?
Hay demasiada gente en el mundo que vive en condiciones miserables y se acepta tranquilamente; es espeluznante. A la crisis financiera se suma la crisis moral, esa incapacidad de mostrar sensibilidad hacia los demás, y tiene consecuencias catastróficas.
Culpa usted a la prensa de muchos de los males contemporáneos.
El principal problema es su falta de independencia. Kraus ya anticipó en 1899 el peligro de que el poder económico, el político y el mediático estuvieran en las mismas manos, y ahí están Rupert Murdoch o Berlusconi. Pero todavía quedan periodistas honrados.
Menos mal, estaba un poco asustada.
Creo que lo más difícil es saber hasta qué punto la prensa refleja la opinión pública o la crea. La prensa estadounidense más seria se dejó manipular por el Gobierno para decir que había armas de destrucción masiva en Iraq y que era necesaria una guerra.
¿Qué hace falta para hallar un poco de paz, de felicidad?
En las sociedades en las que vivimos, cada vez es más difícil hacer esa distinción entre las necesidades esenciales y las que no lo son. Nos proponen cosas por todas partes, los objetos nos estorban.
Interesante apreciación.
Nos creamos necesidades artificiales de las que somos cada vez más dependientes. Nos rodeamos de obstáculos que paradójicamente nos impiden llevar una buena vida. Déjeme que le cuente un cuento de Tolstói.
Qué bien.
La historia de un campesino a quien el propietario le dice que le regalará la tierra que sea capaz de recorrer en un día. El campesino corre y corre. Cuando al final del día llega al punto del que había partido está tan exhausto que muere de agotamiento. Al final ha obtenido la extensión de tierra que necesitaba para poder yacer en ella.
¿Qué ha sido lo esencial en su vida?
El amor por las personas próximas, y de forma más general por el ser humano.
Pero ¿qué es el amor?
¡Vaya!, ¿es necesario dar una definición?
Las palabras se tergiversan tanto...
Tiene razón, porque no resulta fácil amar a los seres humanos en general. Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver, dijo: "Amo a X, a Y, a Z, pero no amo al hombre en general". A mí me ocurre lo mismo.
Es difícil empatizar con el sufrimiento de un desconocido.
La humanidad sigue dando gente extraordinaria. Pero cada vez que creemos haber superado un escollo decisivo volvemos a caer en él. Me sorprende la ansia asombrosa de dominarse los unos a los otros.
Renunció a la Legión de Honor (2010), una tentación de poder y éxito.
No fue un sacrificio. A los 20 años me tentó la carrera política, pero comprendí que no podría. Se trata de un oficio en el que hay que mentir constantemente. Es el caso de los partidos que están ahora en el poder en Europa; todos pretenden hacernos creer que ellos tienen soluciones. Me cuesta mucho creer en la política.
Como le ocurre a un gran número de ciudadanos corrientes.
Ese escepticismo en la política es un fenómeno muy peligroso. Existe la tentación de volver a soluciones arcaicas, como el nacionalismo o el populismo, el regreso de los egoísmos nacionales.
¿El nacionalismo es egoísmo nacional?
Ha sido el responsable de las peores catástrofes del siglo XX, por eso siempre desee un debilitamiento progresivo del sentimiento de pertenencia nacional en provecho del de pertenencia a una comunidad mucho más amplia, Europa, y más adelante el de pertenencia a la comunidad humana.
Para enfrentarse a la vida, un buen equipaje es el espíritu crítico, la capacidad de amar a los otros, ¿qué más?
El placer de conocer y comprender. Y el de rebelarse contra los aspectos de la realidad que son intolerables, algo muy cotidiano como es resistir a todos los mecanismos de propaganda que nos moldean.
¿Qué cualidad humana admira?
El altruismo. Lo que más me entristece es no haber sido capaz de ser más generoso, de amar a más personas. Lo más triste es no ser mejor, tener más comprensión y compasión. Pienso en la situación de África y me pregunto: ¿qué he hecho yo para ayudar?
Somos animales limitados.
Cierto, pero hoy disponemos de medios para hacerlo mejor, ser más equitativos. No sé hasta dónde llegará el movimiento de los indignados, ese fenómeno inesperado. Creemos que las nuevas generaciones han alcanzado un elevado nivel de resignación, pero estamos viendo su capacidad de rebelarse.
¿Qué idea ha iluminado más su vida?
Una entre muchas sería la máxima de Epicteto: "No son las cosas las que turban a los hombres, sino la idea que se hacen de ellas". Hay que estar dispuesto a trabajar seriamente en nuestro mundo interior.

Links:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacques_Bouveresse

http://www.college-de-france.fr/default/EN/all/phi_lan/

Jacques Bouveresse (2006) Kurt Gödel - mathématiques, logique et philosophie III

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