¡Todo puede suceder! en nuestra hermosa e impredecible ciudad: Qué tal un elefante estacionado en la esquina de tu casa.
El otro día tuve la suerte de ver a este amigo sonriendo a todos los sorprendidos transeúntes.
Estaba yo en la tienda y no pude resistir la tentación de detenerme y fotografiarlo.
El dueño de la tienda me dijo - Vale la pena, no siempre vemos un elefante circulando.-
Yo diría muy pocas veces.
Recordé el circo. El otro día una persona que quiero mucho me comentó como sus hijos le rogaron en una ocasión que los llevara al circo, me mostró esa foto de sus recuerdos. Me encantó verla a ella toda ejecutiva, lindísima, sentada en el circo con sus pequeños.
Recordé también aquella ocasión en que mi papá nos llevaba al circo a toda la tropa. A Él le sigue fascinando el circo, yo aún tengo sentimientos encontrados al respecto.
El Circo... fascinación o terror... tema para un ensayo. Tendré que ponerme a escribir.
El Circo... sesión de fotos necesaria, están invitados.
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