Tuve la fortuna de ver la reciente película sobre el rol de Hannah Arendt en el juicio del siglo (Eichmann). Conocer más de Hannah Arendt, y su perspectiva de libre pensadora, alguien que no temió a mostrar lo que pensaba aún a pesar de saber a lo que se arriesgaba, y ser capaz de defender sus ideas y su punto de vista de un tema.
Esta valentía estableció el principio conocido"La Banalidad del mal" que ha sido tantas veces estudiado.
Mujeres pensantes, vale la pena arriesgar todo.
Trailer
Biografía
Hannah Arendt, llamada Johanna Arendt (Linden-Limmer, Hannover, Alemania, 14 de octubre de 1906 – Nueva York, Estados Unidos, 4 de diciembre de 1975), fue una filósofa política alemana de origen judío, una de las más influyentes del siglo XX.1
La privación de derechos y persecución en Alemania de personas de origen judío a partir de 1933, así como su breve encarcelamiento ese mismo año, contribuyeron a que decidiera emigrar. El régimen nacionalsocialista le retiró la nacionalidad en 1937, por lo que fue apátrida hasta que consiguió la nacionalidad estadounidense en 1951.
A menudo, continúa siendo estudiada como filósofa, en gran parte, debido a sus discusiones críticas de filósofos como Sócrates, Platón, Aristóteles, Immanuel Kant, Martin Heidegger y Karl Jaspers, además de representantes importantes de la filosofía política moderna como Maquiavelo y Montesquieu. Precisamente gracias a su pensamiento independiente, la teoría del totalitarismo (Theorie der totalen Herrschaft), sus trabajos sobre filosofía existencial y su reivindicación de la discusión política libre, tiene Arendt un papel central en los debates contemporáneos.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Hannah_Arendt
La Banalidad del mal
Arendt acuñó la expresión «banalidad del mal» para expresar que algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes. La tortura, la ejecución de seres humanos o la práctica de actos «malvados» no son considerados a partir de sus efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores.
Los actos de Eichmann no eran disculpables, ni él inocente, pero estos actos no fueron realizados porque Eichmann estuviese dotado de una inmensa capacidad para la crueldad, sino por ser un
burócrata, un operario dentro de un sistema basado en los actos de exterminio.
Sello de Alemania celebrando el centenario del nacimiento de Arendt en 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario