"Qué más quisiera que pasar la vida entera, como estudiante el día de la primavera, siempre viajando en un asiento de primera" Andrés Calamaro
Para los que nos fascina el cine, esta semana de la FICG-27 ha sido una verdadera delicia:
Películas a toda hora, de mañana a media noche
Poder convivir con los directores... al menos verles la cara
Sentir a tus compañeros de butaca disfrutar tanto como tú o más y no solo comiendo palomitas.
Ver cine bueno... la que escojas es garantía
Llegar a una taquilla y darte el lujo de decir, ¿Por cuál me decido, hay 3 o 4 que quiero ver al mismo tiempo?
Pensar si no la veo hoy, mañana o pasado, es la 3ra. vez ¡Tengo que verla!
Ver un cine que piensa, de arte, de critica, histórico, etc.
Ver documentales que nunca vemos, apreciar el trabajo de los nuevos creadores
Ver subtítulos en tres idiomas para cubrir las necesidades de todos
Escuchar otros acentos (Colombia, Venezuela, Argentina)
Disfrutar lo nuevo y lo viejo
En los últimos cuatro días me he subido a una montaña rusa de emociones con todo incluido: corazón, cerebro y cuerpo.
Viviendo un intento de asesinato a Díaz Ordaz, con la dureza social con los "presos" marginados que conmueve las entrañas, a los recuerdos de Larissa que me remontan a los míos en una película super 8, pasando por una velada en los brazos de la voz de Morente gimiendo el Guernica de Picasso y la Andalucía bellísima, entrar al mundo de la pintura, el arte se toca, se huele, se siente, la agresividad enmarcada por Calvet y la delicia natural, la gracia, la sensualidad de Reverón, rodeado de su isla y su mar. La conciencia de que significa estar o no loco.
Madrid 1987.... una delicia echa con palabras, mas alla de los límites, del sexo, de la dualidad, de las generaciones. El don de comunicar... o no comunicar.
Un paseo con imágenes.
Madrid 1987
Reverón
Morente
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